Desde que estoy en Suecia he conocido a mucha gente y, por consiguiente, mucha gente me ha conocido a mí, ya que el conocimiento será muchas cosas, pero recíproco también. Sorprendido me hallo al percatarme de que es parte ineludible, conclusiva y sonora de los actos protocolarios del conocimiento inter homo sapiens el agregar a facebook al sujeto recién conocido, con lo que mi facebook se ha llenado de amigos de nombres impronunciables que le dan un aire muy cosmopolita a mi perfil.
El principal problema radica en el hecho de que un pequeño porcentaje de esos nuevos amigos empiezan a no darte muy buena espina y te percatas de que tienen acceso a muchos datos sobre ti y pueden coger tus fotos y hacer fotomontajes con ellas o Dios sabe qué maldades. Por lo tanto he restringido a esos amigos a que tengan los mismos privilegios que un liquen para proteger mi privacidad y la vuestra por ende.
Sin embargo, obvié el hecho de que pueden localizarte por chat y un día sin venir a cuento, ves cómo se abre una ventana de chat con un inocente Hola y se produce lo que he pasado a denominar como el efecto tiranosaurio. Si recordáis, en la película Parque Jurásico, el bicho más temido de todos, el tiranosaurio rex, estaba como en modo de ahorro de consumo y sólo te veía cuando hacías algún movimiento. Ya podía tener el olfato más desarrollado del mundo animal que como tú estuvieses quieto estabas más seguro que cuando decías casa jugando al pillao.
El efecto tiranosaurio consiste en que si alguna persona con la que no te apetece hablar te abre una conversación de chat, tu reacción inmediata debe ser la de quedarte muy quieto, como pensando que si no te mueves no va a saber que estás al teclado. Cuando entras en modo víctima del tiranosaurio tu actividad internáutica en las redes sociales debe cesar: no puedes actualizar tu estado, no puedes subir fotos, no puedes felicitar a nadie o el tiranosaurio te verá y te acosará a preguntas de que si pasas de él, de que si te pasa algo con él, de qué opinas del dequeísmo, de que si te molesta que coma personas... siempre preguntas sobre él, pues los tiranosaurios tienden a ser bastante egocéntricos. No caigáis en su juego u os devorará el alma. Lo mejor que podéis hacer es mover muy despacio el cursor hacia el botón de cerrar, cerrar el portátil, rociarlo de alcohol, prenderle fuego y taparos la cabeza con una manta durante un rato.
Esto también es extrapolabe la llamadas de móvil de exnovi@s, testigos de Jehová y prostitutas ancianas.
El efecto Tiranosaurio, o, como yo lo bauticé, el efecto Ángel, es puesto en práctica, no sólo en el chat de Facebook, sino en cualquier otro chat, por muy obvia que resulte tu presencia. Incluso en el mundo real, hay quien se atreve a fingir que no está en casa cuando llama alguien indeseable o indeseado, pese a tener la televisión, radio o videoconsola a tope de volumen y haber preguntado previamente: "¿sí? ¿quién es?"
ReplyDeletexD el efecto es mucho mejor cuando los que ven al tiranosaurio son dos personas y la persona visitante se sorprende muchisimo de ver esa conversacion entrante.
ReplyDeleteEs casi como que esa persona extraña se pusiera de parte del tiranosaurio. - ¿ Pero que haces hablando con esta ???
Ahora entiendo que no me contestaras ayer noche...
ReplyDeleteQue cabrón, por eso nunca me respondes en facebook
ReplyDelete¿Y si desconectas directamente el chat del facebook antes de que te hablen? ;)
ReplyDeleteYo siempre digo que soy nueva en facebook y no sé dónde está el chat. Lo malo es cuando se dan cuenta de que llevo más de 3 años por facebook....
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