Esta guía es únicamente válida si los propósitos son nobles. Si vienes a pedirme dinero, a reclamar la paternidad de un hijo, a asesinarme o las tres cosas a la vez, piénsatelo dos veces porque no te pienso abrir la puerta y habrás echado el viaje en balde, en Suecia pero en balde. Si en cambio vienes a disfrutar de los paisajes, de la simpatía de los suecos y de mi inestimable compañía serás bienvenido siempre y cuando traigas como mínimo y máximo dos botellas de cualquier bebida espirituosa que nos ayude a socializar con la gente extranjera pues como ya dije, el alcohol tiene un precio prohibitivo.
1. El avión: Quizá la forma más rápida de viajar desde el carromato de cuatro mulas persas que cayó en desuso debido al alto precio de la manutención de las bestias que únicamente comían caviar ruso y champagne francés.
1. El avión: Quizá la forma más rápida de viajar desde el carromato de cuatro mulas persas que cayó en desuso debido al alto precio de la manutención de las bestias que únicamente comían caviar ruso y champagne francés.
Entra en http://ryanair.com y busca un día que te venga bien o uno que te venga mal. Compra un billete desde tu aeropuerto más cercano hasta Goteborg o Estocolmo. Yo hice Alicante-Goteborg y estaba lleno de lo que en biología se conoce como gambas escandinavas o suecos tostados al sol del Mediterráneo.
2.1. El autobús: Quizá la forma más económica de viajar después del avión seguida de lejos por el isocarro, aunque mucho menos divertido. Seguramente tengáis que coger un bus desde el aeropuerto hacia el centro de la ciudad a la que hayáis llegado y luego otro hasta Karlstad, ciudad en la que me encuentro.
El autobús hasta Karlstad lo contraté previamente en http://swebus.se
2.2. El tren: Posiblemente la forma más sensual de viajar por aquello del chachachá del tren al que se le han echado las culpas injustamente de múltiples eventualidades. Es más rápido que el autobús y mucho más estético para la vista, el tacto y el gusto.
2.3. El avión 2: Puede que encontréis un avión desde Goteborg o Estocolmo al aeropuerto de Karlstad que es muy chiquitico y creo que en el último año han conseguido despegar con éxito un avión propulsado por codornices y un autogiro postal. Además luego tendréis que coger un bus hasta la ciudad.
3. El abrazo: Dejó de ser un medio de locomoción allá por la edad media por el olor que despedía la gente, pero lo popularizaremos en cuanto lleguéis a Karlstad y os reciba con mis extremidades superiores abiertas incluida la boca.
A partir de aquí el viaje será determinado por la meteorología y el cansancio acumulado.
Resumiendo. Vuelo hacia Una ciudad sueca, autobús desde el aeropuerto al centro de la ciudad y bus o tren hacia Karlstad donde os estoy esperando desde hace ya casi dos semanas.
4. El alojamiento: Si venís un grupo reducido y no os importa dormir en el suelo podemos quedarnos en mi habitación que tiene baño. Si el número de personas es superior a cuatro será imposible en el tiempo y en el espacio hospedarse en mi habitación, así que se buscará un hostal que los hay bastante económicos. Si el sibaritismo marca tu conducta, puedes buscar un hotel en el centro de la ciudad e invitarme a comer, a cenar o a ambas cosas al mismo tiempo.
Creo que eso es todo. Luego no digáis que no os lo advertí.
Gracias por la mención a los sibaritas, Luis, pero ya sabes que nosotros no podemos desplazarnos en medios de transporte masivos. Y cuando digo nosotros, me refiero a ti y a mí.
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