Aquí en Barcelona conviven o consuenan el catalán y el castellano de forma bastante más pacífica de lo que la gente se piensa y de lo que nos quieren hacer creer. Esto hace que se me disparen las asociaciones sinápticas con determinadas frases o expresiones que se dicen por aquí.
A modo de ejemplo: el otro día copilotaba un coche y la conversación tomó un rumbo inesperado con historias de taxis y transexuales. Hablando de un transexual en concreto resultó que las últimas noticias que se tenían de él era que se había operado y trabajaba en el Caprabo. Mi ataque de risa fue inexplicable para el resto de viajantes. Me aseguré de que "cap" en catalán significa entre otras cosas "ningún" y les hice ver que era perfectamente lógico que alguien que ya no tenía rabo ahora trabajase en el cap-rabo. En fin, tontunas.
Algo similar me pasa con la expresión "La meva mare" que viene a significar "Mi madre", pero no puedo evitar en una señora ameba progenitora, quizá por escisión o gemación, de unos vástagos ameboides. Ellos dicen "La meva mare" y yo escucho "La ameba madre".